divendres, 17 de setembre del 2010

Historias de dos superhéroes de Tokyo, Sumo y Resto

Us presentem els protagonistas de la nova secció de contes matemàtics Historias de dos superhéroes de Tokyo, Sumo y Resto.

Il·lustració de JuanolO


Us deixem amb la seva primera història.

Historias de dos superhéroes de Tokyo: Sumo y Resto.


Sumo y Resto y un señor de Murcia (ó Colaborando con la tercera edad)

Es lunes y, en un callejón oscuro, un anciano grita angustiado pidiendo socorro.

-¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡No llego! ¡No llego! –repite una y otra vez, desesperado.

El grito del anciano, murciano por cierto, es tan alto y tan fuerte que cruza continentes, mares y océanos, hasta llegar a los oídos de dos superhéroes de Tokyo, Sumo y Resto. Dos superhéroes nada convencionales: no son ni raudos ni veloces (se toman su tiempo para realizar cualquier movimiento), ni tienen capas voladoras (ni falta que les hace; con sus taparrabos tienen de sobra), ni superpoderes (que dan muchos problemas, y te acaban llamando mutante). Entonces, ¿por qué llamarlos superhéroes? Hombre, porque inteligencia no les falta (y ya se sabe que en los tiempos que corren es un bien escaso) y la usan para hacer el bien (o algo que se le parece) – ¡Benditos superhéroes!-. También tienen un oído muy fino, ¿cómo si no podrían haber escuchado el grito de auxilio?

Con la pachorra que les caracteriza, con billete de clase turista en un vuelo low cost (que no están los tiempos para despilfarrar), se dirigen a cumplir su misión.

En el callejón ya clarea el miércoles – Tokyo-Murcia no tiene vuelo directo (aprovechamos para reivindicarlo desde aquí) -, cuando hacen acto de presencia. Y el anciano sigue gritando a intervalos regulares, los que le permite la paellita murciana que se está metiendo entre pecho y espalda para no caer desfallecido.

Con aire cansino, debido al jet-lag de los…piiip…, Sumo le pregunta:

-A ver, abuelete, ¿a qué se debe tanto alboroto?

A lo que el abuelo contesta, con la boca llena y perdigonazos de arroz:

-¡Poz que va a zer! ¡Que no llego a fin de mez! ¡Que m’han zubio la hipoteca un taitantos por ciento y m’han congelao la penzión!

Y ahora es cuando el atento lector se pregunta: “¿Cómo se entienden dos japoneses de Tokyo con un murciano?” Pues la respuesta es sencilla: ¡Con subtítulos!
Y aclarado este asunto, sigamos adelante.

-¡Acabáramos! El típico problema económico de fácil solución –responde Resto-. Si quieres fruta a la fruteria, si quieres pan a la panadería, si quieres dinero…

-¡A la dinerería! – grita un avispado Sumo (con los subtítulos ya se sabe, no siempre se corresponden con la realidad).

El anciano, que tendrá poca pensión pero no tiene un pelo de tonto, ya ha pillado por donde van los tiros. Así que en fila de a uno, porque ninguno quiere hacer el indio, se dirigen hacia el banco más cercano.
Se cruzan con uno, dos, tres, cuatro…, bien, con no menos de 15 personas (hasta les saluda un municipal), pero ninguno alza ni una ceja al ver pasar la extraña comitiva, que en Murcia ya no se sorprenden de nada.
Al llegar a la sucursal bancaria la suerte les sonríe: un extraño personaje, con una media en la cabeza, una pistola de mentirijillas en la mano y un saco al hombro está poniendo pies en polvorosa. Así que sólo necesitan una zancadilla bien puesta para dar al traste con las intenciones del pobre infeliz. Acto seguido, arramblan con el saco, pero antes de poder hacer mutis por el foro, el barrigudo director del susodicho banco aparece en escena.

-¡Gracias Dios mío! ¡Tanto rezarle a la virgen y han aparecido dos santos en taparrabos!

Que traducido en subtítulos queda algo así como: “¡Benditos superhéroes!”.

En resumidas cuentas, la justicia ha vuelto a triunfar: un ladrón recibe su merecido, un abuelete murciano pilla unos eurillos de recompensa para llegar a fin de mes y dos superhéroes japoneses de Tokyo vuelven a casa con la satisfacción del deber cumplido.


PS: Encontraréis nuevas y excitantes aventuras de nuestros superhéroes favoritos en próximas entregas.

PS2: Próxima entrega: Sumo y Resto en el País de los maños.


Escrit per Rafael Agustín i Conchi Hito


Esperem que us hagi agradat! Fins la propera y ¡no olviden vitaminarse y supermineralizarse!


5 comentaris:

Lale Mur ha dit...

Hola.

Acabo de veure aquest blog. Mola molt!

Aniré llegint els teus contes. i els fotos són molt graciosos.

Lale

Lale Mur ha dit...

per cert, tinc un blog en català també. és:

http://lalushrelats.blogspot.com/

a veure que et sembla!

Conchi Hito ha dit...

Hola Lale,

encantada de saludar-te!

Esperem que t'ho passis molt bé llegint contes matemàtics. Si t'animes, també ens podries enviar-ne algun.

Salutacions.

Lale Mur ha dit...

Hola, Conchi.

Moltes gràcies pel teu comentari.
M’agradaria molt la veritat escriure un conte matemàtic. A veure quan m’animo i li envio un. Només tinc una pregunta: hi ha algun criteri de edat pels escriptors? Jo tinc 28 anys.

Gràcies,

Salutacions,

Lale Mur

http://lalushrelats.blogspot.com

Conchi Hito ha dit...

Hola Lale,

per participar en el concurs de Sant Jordi de contes matemàtics sí que cal tenir una edat concreta (12-18 anys). Però si que pots colaborar a banda amb el blog publicant un conte matemàtic, com jo mateixa faig. En aquest cas, no importa la teva edad.

Anima't i colabora amb nosaltres! Envia'ns el teu conte matemàtic!

Salutacions.