diumenge, 18 de novembre del 2007

L'Article del mes


Avui comencem un nou espai en el blog de contes matemàtics: L'Article del mes.

Seran articles amb l'esperit d'agermanar les matemàtiques i la literatura.

El primer que publiquem és a càrrec del nostre bon amic i professor de llengua i literatura de l'Eugeni d'Ors Florencio Santos i va sobre...


El arte de vivir la literatura con los cinco sentidos.


Vivir la literatura con los cinco sentidos es un arte especial y un tema común. En este artículo os proponemos ejemplos de textos que van en la dirección de este tema y cómo se elaboran algunos para el placer de la vista, del olor, del tacto, del oído o del gusto. Esto no quiere decir que no se haya hecho antes. Cualquier lector encontrará o ya habrá encontrado textos en este sentido. No tratamos de descubrir nada nuevo, pero sí intentamos que los textos propuestos sean próximos a vosotros, tengan algo de originalidad, algo de “chispa”.


Algunos de ellos son visuales. Hoy vemos que está de moda la visualidad en todo: desde la ropa que uno viste, a la letra, al número, a la “moderne cuisine”, a los edificios... Ahora el lenguaje más moderno y más visual –dijo mi amigo Ramón- lo posee y lo crea la publicidad. Así morimos en este tiempo, por los ojos. Estos poemas visuales serán así como zanahorias para nuestros ojos -en el buen sentido de la palabra, claro- para que piquéis y tratéis de crear algunos. Yo confeccioné estos y espero que os puedan servir de modelo.


a) El primer ejemplo propuesto es un poema numérico.


Tal como suena. Un poema hecho únicamente con números. Os sonará extraño, ¿no? Y, ¿cómo podemos hacerlos? Pues, muy sencillo, empleando el número como una forma visual, abstracta y significativa. Nada mejor que un ejemplo para introducirnos en el poema numérico.

Estos números toman formas geométricas, líneas, son grandes o pequeños. Formandigos secretos que sólo nosotros y quienes queramos los conocerán. Haremos con los números todo aquello que se nos ocurra. Estos que llamo poemas numéricos los propuse para explicar la metáfora (ese raro recurso literario) a los alumnos de 4º del Ies Mig-Món, de Súria.


El modelo de la izquierda lo elaboró Eliana y el de la derecha Georgina, y yo
creo que los dos quedaron preciosos.


b) El segundo ejemplo lo titulé: “El poema del reloj del espacio y del tiempo”.


También es un poema visual. El título es “algo pomposo”, siempre procuro que los títulos de los poemas sean sonoros, que las palabras suenen, que las palabras sugieran. Yo os animo a hacer lo mismo.


Como veis, parece algo complicado. Pero se trata de ir desde el centro de la página hasta las estrellas con números, con letras y con la rosa de los vientos. Eso sí, bien sujetos al timón de nuestra nave espacial, nuestro pensamiento, quiero decir. También quise que los alumnos vieran en este dibujo cómo variaban el espacio y el tiempo en una carrera de atletismo de 100 metros lisos, realizada en 10 segundos.


Combiné letras, números y dibujos como coordenadas geográficas, para que el velero del poema llegue a buen puerto. En todo caso, lo hice como homenaje a los poetas del 27 y, en este caso, a Rafael Alberti, para recordar las palabras de uno de sus poemas: “el ancla, la estrella, la vela…” Viajar hacia nuestro interior o hacia el confín del universo es casi nuestra vida, azarosa o ligera.


c) El tercer ejemplo lo titulé: “Nuestro nombre son números, son forma, son belleza”.

Para hacer este poema tomé como referencia la Caligrafía, no con sus sofisticadas y técnicas plumillas. Creo que con una estilográfica normal o con pilots se pueden hacer estos poemas. Eso sí, con colores, -usadlos- que ya la vida es bastante negra... Y los colores, afortunadamente, tantos como humanos.



Para hacerlo tomé como letra base la inicial del nombre, casi ininteligible. La segunda letra puede ser la gótica, por su eterna belleza. La tercera letra es la caligráfica personal. Ésta es la que debe elaborar el poema, o la dedicatoria poemática, dirigido a la persona del nombre a quien nos referimos. Así queda el poema hecho.




Bueno, ya veis que estos modelos son de carácter más visual. Para ejercitar los otros sentidos sólo basta leerlos y los oímos; sentir la tinta y los olemos; para el tacto ponerles relieve y tocarlos;
y, por último, para gustarlos utilizar la imaginación, la letra y la matemática y poner un poquito de sal, aceite y vinagre.


Finalmente, quiero agradecer a Conchi Hito, amiga y profesora de este instituto, que me ha animado a que estos poemas lleguen a vosotros, con el propósito ya dicho de que los miréis, los leáis y pongáis algún comentario. Yo también os animo a que realicéis aquellos que queráis, imitándolos y superándolos.


3 comentaris:

Anònim ha dit...

Potser tard però al final he arribat; només comentar que això dels poemes numèrics o visuals ho trobo una gran manera d'expressar.
Personalment em quedo amb l'últim d'ells; probablement és el que més juga amb "ese raro recurso literario"...

Anònim ha dit...

Floren dice. Gracies pel comentari de Roma. Ja se sap que,encara que tard, a ROMA o AMOR caminen tots els camins.
Només indicar a aquest comentarista intrèpid y galan. Que encara més rar que la METÀFORA és la METONIMIA, per alló que es preguntaven CRUZ i RAYA dels 4 elements o fantàstics -en un fantàstic SKETCH, de ja fa temps: NÚMEROS 4,27- Què és MALMETO? doncs una metonimia. La part per el tot.

Anònim ha dit...

Siempre me ha resultado muy difícil asociar la literatura con la matemática. Desde pequeña, los libros fueron la vía de evasión de una vida vinculada y vehiculada hacia la ciencia. Digamos que logré escapar pero me ha quedado esa "laguna artística" que me impedía relacionar ambos mundos.
Con tu artículo haces que parezca una simbiosis fácil. Me gusta especialmente el segundo ejemplo, más literario de lo que quizás tú mismo crees... ¿otra vez el mito del caminante?
Como siempre, desde el cariño y la admiración.